viernes, 16 de octubre de 2015

LA TAREA DE EDUCAR

El curso ha comenzado y es un buen momento para pensar sobre la importante tarea de educar que está encomendada a los padres y a los maestros y profesores. Toda la sociedad debe responsabilizarse de que los más jóvenes puedan recibir la educación necesaria.
En Benín hay la preocupación primera de que la educación primaria obligatoria según la ley, se lleve a la práctica. Todavía hay muchos niños a quienes se les confían trabajos de cuidado del ganado y otros, y por esa razón no se quiere enviarles a la escuela. Otra cuestión es la escolarización de las niñas que muchas veces se considera innecesaria, ya que se piensa que basta la educación que le dan sus madres para las labores domesticas y que así lleguen preparadas para el matrimonio. En este terreno se va avanzando, pero aún queda mucho por hacer.

En Bembéréké, las hermanas dominicas de la Anunciata inauguraron u nuevo Colegio, todavía instalado de una manera provisional y con un primer curso de secundaria de unos treinta niños y niñas. El representante del Ayuntamiento, un protestante, tuvo unas palabras después de la misa que me hicieron pensar. Dijo que en los institutos públicos se recibe normalmente solo instrucción, es decir se transmiten conocimientos. Y mostró que la diferencia está en que los colegios encomendados a los religiosos también imparten una educación en valores. Y añadió que los valores son universales más allá de quienes los proponen, los católicos, los protestantes, los musulmanes o los animistas. Y en esta sociedad que vivimos los jóvenes necesitan buenas referencias que les ayuden a crecer en valores y a ser buenas personas y no solamente a tener muchos conocimientos.

sábado, 10 de octubre de 2015

CONOCIENDO LA MISION

Ya llevan unas dos semanas con nosotros, Sergio y Eduardo, un diacono y un sacerdote de la Diócesis de Asturias que vienen a conocer la misión diocesana. Es una misión que ha de interesar a todos los cristianos de nuestra iglesia asturiana.
Vienen con todos los sentidos bien abiertos a dejarse tocar por la realidad de estas gentes, de esta Iglesia joven y de esta cultura africana. En el fondo es abrirse a escuchar lo que el Señor nos está diciendo a nuestro corazón a través de los más pobres y de todos aquellos que todavía no conocen a Jesús.
Van acompañándonos a los pueblos, a las eucaristías, y a todas las salidas no programadas para llevar enfermos, para acompañar proyectos, para responder a todas las necesidades que se van presentando. También les llevamos a conocer algunas comunidades religiosas que trabajan en el terreno de la educación o de la animación en los pueblos para la promoción de la mujer.  Hace unos días visitaron una comunidad en Kalale de las religiosas de la Compañía del Salvador en la que tres son venezolanas y una española. Llevan solo unos tres años y han abierto un Colegio y un internado en la zona más pobre y con menos medios de toda la diócesis. Se las ve llenas de alegría en su servicio y con una fuerte vida de oración.
También visitaron la Radio Nosina, una radio local en la lengua bariba, en la que tenemos un programa semanal para comentar el evangelio del domingo y otras noticias y realidades de la vida de la Iglesia. Asistieron igualmente al comienzo de nuestra Asamblea diocesana en la que durante tres días nos reunimos laicos, religiosos y sacerdotes para programar el curso pastoral.

Aunque nunca volvieran aquí, ya llevarán en su corazón esta experiencia que marcará para siempre su apertura misionera. Ojala algunos de los que van pasando por aquí, puedan sentirse llamados por el Señor a volver para entregarse de lleno a esta misión de primera evangelización.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

POBRES QUE ACOGEN A POBRES

Chad, un país donde la mitad de la población sobrevive con un euro al día, da la bienvenida a los refugiados que llegan de los vecinos Sudán, Nigeria y de la República Centroafricana (RCA). Actualmente, Chad acoge a un total de 638.000 personas que han tenido que huir de sus pueblos, al otro lado de sus fronteras, por los combates. Sólo en la zona de Sido, unas 4.000 familias albergan en sus casas a más de 18.000 desplazados de RCA, donde en marzo de 2013 volvió a estallar la violencia cuando los rebeldes Seleka, en su mayoría musulmanes, se hicieron con el poder desatando las represalias de las milicias cristianas anti-Balaka.
Bajo un enorme árbol de mango, un grupo de mujeres se protege del penetrante sol chadiano. Los bebés maman plácidamente ajenos al periplo que protagonizaron sus madres para salvar la vida. La anfitriona es Koubra Senoussi, de 34 años, quien junto con su marido, Yacoub Hassaballah, de 45, comparte su casa con cerca de una treintena de refugiados centroafricanos, casi todos mujeres y niños. "Son seres humanos, y han sufrido la guerra: ¡cómo vamos a dejarlos tirados! A nosotros también nos puede pasar", exclama Koubra, madre de ocho hijos, el más pequeño de nueve meses.
Los vecinos de Sido (localidad integrada en la prefectura de Gran Sido, de 120.000 habitantes), a sólo un kilómetro de RCA, asumen como algo normal ayudar a los refugiados, muchos de los cuales son retornados, es decir, hijos, nietos, bisnietos, de chadianos que emigraron a RCA.
Hace cosa de año y medio fui al hospital y allí topé con la llegada de un convoy del ejército que transportaba a desplazados de RCA. No tenían nada de nada. Me traje a unos 30 a casa, algunos ya se han marchado, han venido otros, pero muchas mujeres siguen con nosotros", relata Koubra, que enseña árabe en la escuela local.
Es una noticia de hoy del periódico de la Vanguardia. Los pobres nos enseñan a ser solidarios, a saber acoger, a no dejarnos deshumanizar para preservar nuestro bienestar.


martes, 22 de septiembre de 2015

DIALOGO EN FAMILIA


Con ocasión del encuentro del Papa Francisco con las familias a Filadelfia y como preparación a la segunda parte del Sínodo de las Familias, se organizó en nuestra diócesis un encuentro para hablar de la necesidad del diálogo en el seno de nuestras familias.
No esperábamos más que un pequeño número de parejas. La convocación fue rápidamente hecha y en este momento de las lluvias y del trabajo en el campo no es fácil poder reunirse. Pero al final nos reunimos al menos casi doscientas personas. Cada parja venía con su moto y después de atravesar caminos llenos de barro y a través de grandes charcos de agua. Fue un día de reflexión pero como todo aquí en África en un clima de fiesta y de alegría.
Se habló de los diferentes conflictos familiares. Muchos nacen del interior de la pareja, pero otros vienen del exterior, de nuevas corrientes actuales contrarias a la vida en familia y también de viejas tradiciones en las que la gran familia tiene una importante influencia en todas las decisiones que se hacen en un hogar. Se llegó a hablar con gran libertad de cómo vivir una sexualidad sana en la que el hombre sabe respetar a la mujer y buscar siempre una relación de amor y de dialogo que va más allá de buscar solamente el propio placer. La gente reía porque aquí es aún un poco tabú hablar así abiertamente de estas cosas, pero en el fondo agradecía poder dejarse aconsejar de personas que hablan con una gran libertad y una profundidad que nace de la fe en Jesús.
El diálogo entre el hombre y la mujer, y entre los padres y los hijos, se propuso como la mejor manera de resolver los conflictos. Ni callarse ni dejarse llevar por la cólera son las soluciones, sino buscar momentos en los que dialogar tranquilamente. Es  necesario disponerse a escuchar con humildad y a expresarse con confianza y libertad. Igualmente se propuso acostumbrarse a orar en familia, para que la palabra de Jesús y su Espíritu de amor se conviertan en el fundamento de nuestras relaciones. Como solíamos decir en España, “una familia que reza unida, siempre se mantendrá unida”.

A la hora de comer fue la multiplicación de los panes, ya que no se había previsto tanta gente, pero todos comimos y bebimos algo. De ahí nos fuimos a la Catedral donde la Eucaristía nos hacía celebrar el amor de Cristo como la fuente de nuestro amor en familia. Rezamos por el Papa Francisco y por los buenos frutos del Sínodo.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

DENUNCIAR LA CORRUPCION

La mayoría de la población depende de los frutos de la tierra para comer. Es el cultivo del algodón lo que le interesa al Gobierno para hacer entrar el dinero al país. Pero la gente que cultiva el algodón no encuentra a veces ningún beneficio después de todos los gastos y el trabajo realizado. Sólo sirve para ver un poco de dinero junto al final de la campaña, es una manera de ahorrar para hacer los gastos extraordinarios de arreglar la casa o de comprar una bici. Este año la lluvia llegó tarde y a causa de ello la mayoría no han cultivado el algodón. La mayoría lo que han sembrado es el maíz y otros cultivos para poder comer.
La lluvia llegó un poco tarde, pero al final llegó abundante, quizá demasiado abundante. Pero lo que falta es el abono. El abono lo da el gobierno principalmente para el algodón. Normalmente llega tarde y cuando llega debería ser vendido el saco a 12.000 francos. Pero los encargados de venderlo, lo retienen en su mayoría para venderlo de una manera ilegal pero consentida por todos a casi 20.000 francos. Es por eso que las cosechas no van a ser muy abundantes ya que la mayoría no tiene dinero para mucho abono y lo que encuentran es ya demasiado tarde para que sea realmente eficaz. Este problema de corrupción se da todos los años y todos los años se promete que para el próximo esto se arreglará, pero cada vez es peor.


Todos lo saben y se lamentan, pero nadie se arriesga a denunciarlo, porque eso podría costarle muy caro. Es por eso que el Grupo de Caritas de nuestra parroquia está pensando hacer un escrito de denuncia y leerlo en el programa de radio que tenemos todos los sábados en la lengua local. Es una oportunidad para la Caritas para trabajar por la justicia. Todos los que sufren el problema agradecerán que alguien alce la voz para denunciarlo. Esperemos que los miedos a las consecuencias y la falsa prudencia no frenen esta iniciativa. Jesús nos invita a ponernos al lado de los pobres sin miedo a los poderes de este mundo. La corrupción es una enfermedad en el mundo entero y aunque la denuncia nos denuncie a nosotros mismos por nuestra frecuente complicidad, creo que vale la pena no callarse. La verdad nos hará libres.

jueves, 3 de septiembre de 2015

EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

Este subtítulo del Papa Francisco a su última encíclica “Laudato Si” (Alabado seas), nos hace tomar conciencia de que la tierra es nuestra casa común, que todo está relacionado y de que sólo con una mirada universal y buscando una respuesta en común podremos hacer frente a nuestra responsabilidad de cuidar de nuestra tierra.
Cuando vemos por la televisión los dramas del hambre y de la guerra, podemos pensar que es algo que nada tiene que ver con nuestra forma de vida y que en nada nos va a afectar. Sin embargo hay que reconocer que nosotros somos responsables de la injusticia que causa el hambre y somos cómplices de los conflictos que provocan las guerras a las que por otra parte nuestras industrias proporcionan las armas.
Pero pronto nuestra tranquilidad egoísta que busca sólo su propio bienestar es perturbada al ver que las enfermedades contagiosas no respetan fronteras, el terrorismo brota de nuestros países y nos alcanza con sus atentados, que poblaciones enteras que huyen del hambre y de la guerra llegan a buscar refugio entre nosotros.
¿Qué hacer? ¿Construir más muros y alambradas para defendernos? ¿Separarnos de todo proyecto político en común para volver a nacionalismos que sólo vean y defiendan nuestros intereses particulares?
Los desafíos que tenemos delante en este momento sólo pueden ser resueltos desde una visión integral de las causas y buscando que los problemas que nos afectan a todos sean resueltos entre todos. No podemos hacer como el rico que banquetea sin querer mirar al Lázaro que tiene a la puerta. No podemos avanzar sin descubrir que no hay verdadero desarrollo y paz para la humanidad si pretendemos avanzar nosotros solos sin ver a los que quedan atrás y se desangran en las cunetas.
La entrada masiva de refugiados, el terrorismo y el deterioro de la naturaleza es una ocasión para que Europa y la humanidad entera tome conciencia de que tenemos que despertarnos de nuestra indiferencia y construir una sociedad solidaria que no se deje reducir al domino de los intereses económicos haciendo de nuestra tierra un simple mercado. En esta tarea los cristianos que conocemos a Jesús hemos de dar un paso al frente. Hemos de unirnos a todas las personas que buscan una respuesta solidaria y humana a tantas personas que sufren las consecuencias de una sociedad y una cultura enferma que adora el Dinero y olvida que su verdadera riqueza es el Amor de Dios hecho humanidad nueva.


martes, 25 de agosto de 2015


LA MISERICORDIA DE JESUS

El Papa Francisco ha anunciado un Año de la Misericordia. En el Sínodo sobre la Familia se buscan caminos para acompañar con misericordia a aquellos que no lograron continuar su vida en común en su matrimonio y que ahora sufren una situación irregular de acuerdo a las normas de la Iglesia. Algunos temen que la doctrina sea cambiada y otros muestran que no les importaría olvidarse de la doctrina para hacer a la Iglesia más abierta a todos.
Entre nosotros hay cristianos verdaderamente comprometidos en el seno de los movimientos eclesiales que echan en cara a los sacerdotes de ofrecer los sacramentos de una manera ligera sin exigir las condiciones morales para que se puedan vivir con verdad. Es verdad que en Africa hay muchos bautizados que no han dejado del todo las prácticas de los brujos y hechiceros que les ofrecen amuletos y le invitan a hacer sacrificios de animales para conseguir su curación o para obtener lo que buscan. Otros se dejan llevar por la religión del dinero y no logran servir a Dios. Pero los que los critican no ven su pecado de orgullo y soberbia, que les hace pensar que ellos no son pecadores, que no necesitan el perdón y que se constituyen en jueces y acusadores de sus hermanos a los que desprecian por su impureza religiosa.
Jesús acoge a los pecadores pero no deja de llamarles a dejar el pecado y a comenzar un camino hacia la santidad en el amor. Jesús a su vez come con los fariseos, no les rechaza, pero les invita a dejar la rigidez fundamentalista que se apoya en el cumplimiento de la ley y que olvida la misericordia. Es la posición del padre de la parábola donde el hijo prodigo es acogido para hacerle posible comenzar una vida nueva y el hijo mayor es también llamado a dejar su intolerancia y a saber que él también necesita ser perdonado de su falta de misericordia con su hermano. 
Ni el liberalismo moderno ni el fundamentalismo religioso son el camino de Jesús. Jesús nos llama a la apertura de fe en su Palabra y a la acción del Espíritu para transformar radicalmente nuestra vida en un camino nuevo lleno de la misericordia del Padre.
Todos necesitamos ser acompañados para hacer un camino nuevo con Jesús. Jesús nos llama como pecadores para hacernos santos en su amor. Es la acogida con fe de la gracia de Jesús la que nos permite cambiar el corazón y poder hacer obras buenas. No hay que buscar en la Iglesia unas disposiciones que justifiquen lo que hacemos, sino que con mucha misericordia y pedagogía nos ayuden a acoger la gracia para vivir de otra manera en la santidad del amor de Jesús.

lunes, 24 de agosto de 2015

ID Y ANUNCIAD EL EVANGELIO

La ordenación de los diáconos de nuestra parroquia fue una celebración sencilla pero llena de alegría. Era la alegría de la gente que llegaba de todos los pueblos en un gran camión que venía de Bembéréké a la catedral de Ndali. Era primeramente la alegría de sus familias, gente sencilla y del campo, que veía a sus hijos recibir la gracia de servir a sus hermanos como diáconos primero y luego como sacerdotes. Es una manera de sentir que ya no son extranjeros y recién llegados a la Iglesia, que ya son hermanos de los santos y de los apóstoles, elevados a la condición de hijos que pueden participar de todas las gracias del Hijo.
La celebración fue sencilla pero llena de emoción. El Obispo hizo una homilía al alcance de todos y dirigida principalmente a los niños y a los jóvenes para que se dispusiesen todos a escuchar la llamada que Dios les hace. Después de la comunión, Edgard, sacerdote de la diócesis que hizo sus estudios de teología en España y que hacía de maestro de ceremonias, le pidió al obispo permiso para rompiendo el protocolo decir a todos de ponerse de pie para iniciar un canto de acción de gracias y permitir que todos pudieran expresar cantando y danzando su alegría por los dos nuevos diáconos. Yo no pude aguantarme y salí también danzando a darles un abrazo y a danzar con ellos. Luego con las familias aún pudimos seguir compartiendo la alegría.
Una vez en nuestra parroquia, les hemos pedido a los dos de servir y predicar en las dos comunidades más grandes de Bembéréké y de Gamia su primer domingo después de la ordenación. De esta manera ya entraban a poner en práctica su servicio y daban una ocasión a todos los que no pudieron ir a Ndali de verles, de escucharles y de orar y alegrarse con ellos.

Antes, el sábado, nos juntamos los tres para leer juntos el Evangelio del domingo y compartir el mensaje que cada uno escuchaba en su corazón como una preparación para su predicación. Yo quede realmente conmovido de verles tan jóvenes y ya con una profundidad grande que ponía en relación la Palabra con la vida real y concreta de la gente. Me sentí verdaderamente discípulo que aprendía de la frescura de los que vienen detrás y más unido a ellos por el verdadero lazo de la fe en Jesús y del amor a su pueblo. ¡Que María les acompañe a colaborar con la gracia recibida para el bien de la Iglesia y del anuncio del Evangelio a todos los pueblos!

miércoles, 19 de agosto de 2015

LA ALEGRÍA DE NUESTRA PARROQUIA

Es para nosotros una alegría ver como dos jóvenes que les hemos visto crecer en nuestras comunidades, mañana serán consagrados diáconos de la Iglesia en nuestra Catedral de Ndali. El próximo año, si Dios quiere, serán ordenados presbíteros en nuestra parroquia de Bembéréké.
En nuestra Diócesis de Ndali hay sólo dos sacerdotes locales, el resto son cuatro sacerdotes de otras diócesis del Sur donde hay más abundancia de sacerdotes y religiosos y misioneros de otros países. Es por eso que el ver que poco a poco hay vocaciones en el norte de Benín donde nos encontramos y que se incrementaran los sacerdotes que comparten la misma cultura y lengua de las gentes de aquí, es una alegría para toda la Diócesis.
Ver como dejan todo por seguir a Cristo y como lo hacen con una gran alegría, es una ocasión para dar gracias a Dios que seduce con su amor capaz de liberar de todo lo que nos ata y nos impide vivir solo de su amor por nosotros y por todo su pueblo.
Estos dos mismos seminaristas estuvieron el año pasado dando su testimonio a un grupo de jóvenes de la parroquia. Nos contaron como al principio se sentían atraídos por cosas verdaderamente superficiales de la vida de los sacerdotes y sólo poco a poco fueron descubriendo que había algo más importante y mejor, la misma persona de Cristo que era realmente el que les llamaba y el verdadero tesoro que atrae y por el que merece la pena dejarlo todo.
El camino no termina el día de la ordenación sino que continúa hasta el último día de su vida. Sólo la colaboración con la gracia hará posible que esa entrega con Cristo en favor de su pueblo se haga efectiva y real. Hay algunos sacerdotes también entre los africanos que lo dejan y no logran continuar, pero la mayoría a pesar de sus momentos difíciles vuelven a levantarse como Pedro y logran recomenzar fiándose ya no en sus fuerzas sino en la fuerza y la gracia del amor de Cristo. Los sacerdotes como el Papa Francisco necesitamos la oración de nuestras comunidades para ser sostenidos en nuestra fe y en nuestra caridad pastoral, para ser fieles hasta el final.
Aquí donde el sacerdote es muy bien valorado todavía, como en otros tiempos en nuestro país, hay que tener cuidado para no contentarse con la abundancia de vocaciones sino intentar un buen discernimiento para cuidar la calidad de las motivaciones que les llevan al seminario. La cultura hace que desde la misma familia, el hermano mayor tiene el derecho de ser servido por los hermanos pequeños. Incluso en nuestra residencia de estudiantes, los más mayores consideran a los más pequeños como sus servidores para todo lo que necesitan. Y aunque se intenta que haya una relación de fraternidad entre iguales y un servicio reciproco, no siempre es fácil. Por eso también entre los sacerdotes se da la tentación de tomar la ordenación como un ascenso a un puesto de poder, como si ser sacerdote pudiera llevar a un posición elevada sobre los otros y un poco aparte del pueblo sencillo, como si debieran ser servidos en vez de servir.
Parece que Vianney y Charles los dos que serán ordenados diáconos mañana, no han dejado de ser uno más del pueblo del que salieron y al que van a servir y que verdaderamente se sienten llamados a ser sencillos y cercanos a la gente. Oramos por que sigan el camino que Jesús nos propone como Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, sólo unidos a El lograran participar de su corazón entrañable y lleno de misericordia. Sin El nada podemos hacer.

martes, 28 de abril de 2015

TIEMPO DE ELECCIONES

En varios países de África se está viviendo un tiempo de elecciones. Primero fue Nigeria donde se temía por reacciones violentas del partido que perdiera. Al final todo fue un buen ejemplo de democracia con la rápida felicitación del actual presidente que perdía las elecciones.
En varios países el problema que se plantea es la resistencia de los presidentes en el poder a no ir más allá de los dos mandatos tal como está establecido en sus constituciones. Así está ocurriendo en Togo y en Burundi. Así pasó primero en Burkina y la gente se sublevó obligando al presidente a renunciar a un tercer mandato.
En Benín hemos celebrado unas primeras elecciones locales y el próximo año serán las presidenciales. En principio, salvo las palabras un poco fuera de tono de la campaña, todo transcurrió en paz. Los obispos pidieron a todas las parroquias momentos especiales de oración para pedir por la paz en este tiempo de elecciones.
El problema que se plantea es que apenas hay un programa que suponga una orientación de la política que merezca la confianza. Todo se queda en escoger entre distintos candidatos que en su mayoría lo único que buscan es el poder y el beneficio personal y de su partido.

El día de las elecciones coincidió con el domingo del Buen Pastor capaz de dar la vida por amor a sus ovejas y en contraste de los asalariados que sólo buscan el dinero y no se interesan por unas ovejas que no le pertenecen. Es necesario poder encontrar políticos que sean capaces de honrar una responsabilidad pública tan importante, que se alejen de toda corrupción y que busquen el interés de todos más allá de las pertenencias políticas.

lunes, 6 de abril de 2015

UNA NUEVA PRESENCIA

La debilidad de las conexiones a internet me ha obiligado a interrumpir la comunicación del blog. A veces es bueno aprovechar las ocasiones que las circunstancias nos ofrecen para desconectar un poco y liberarse de una cierta dependencia de los nuevos medios de comunicación. Así pude aprovechar el tiempo de Cuaresma para guardar el silencio necesario que me permite escuchar de nuevo el anuncio de Jesucristo Resucitado.
Esta Semana Santa ha sido realmente buena para adentrarme a vivir la Última Cena, la Pasión  y la Resurrección de Cristo en medio de este pueblo. Fue vivir este misterio de fe adentrandome en el amor, el sufrimiento y la alegría de las personas con las que comparto la vida. Yo sé que estoy muy lejos de la proximidad que facilitaría un verdadero compartir, pero estoy caminando en esa dirección con aceptación de las limitaciones de la diferencia cultural y de medios, de la lengua y de la edad. Pero todo, hasta las limitaciones, en manos de la Providencia se puede convertir en una ocasión de gracia.
Ver los rostros de las personas a las que lavaba los pies, marchar por los caminos del pueblo representando el Vía Crucis, vivir la alegría de los nuevos bautizados la noche de Pascua, todo ello invita a salir al encuentro de Cristo presente en este pueblo.
Ahora es como si fuese invitado a vivir todo de nuevo, como si fuese la primera vez. Quizá sea este comenzar de nuevo la Galilea a la que se refiere Jesús como el lugar apropiado para ver su nueva presencia en la fe. Esa fe que nos permite tomar parte en toda su vida gracias al don del Espíritu Santo. Con María y unidos al Papa Francisco pedimos con toda la Iglesia el nuevo Pentecostes que va a fortalecer a los cristianos perseguidos y que nos convierte en artesanos de la paz en un mundo que en estos momentos tanto la necesita.

sábado, 7 de marzo de 2015

EN BUSCA DE AGUA

Todos los años, hacia el mes de abril,  la última temporada de la época seca antes de las lluvias hay falta de agua. Pero este año ya en el mes de febrero comenzó a escasear el agua de los pozos.
Durante la peregrinación mariana, los niños del Junior (1.200) tuvieron problemas para poder encontrar agua para lavarse e incluso para beber en la escuela católica donde se albergaban. El agua debe ser subida por un sistema eléctrico al depósito y cómo faltó la electricidad durante bastante tiempo, llegó un momento en el que el agua se terminó.
Aquí en la parroquia todos los días bien temprano abrimos el antiguo pozo para que las mujeres de alrededor puedan venir a por agua. Vienen en masa y tienen que entenderse entre ellas para que unas comiencen mientras que las otras esperan su turno. Después de dos horas hay que cerrar el pozo para que el agua se reponga para el día siguiente. Hay muy poco agua en el fondo y al final el agua comienza a no ser tan clara como es debido para poder beber y cocinar. 
Hay muchas mujeres que tienen que levantarse a medianoche para poder encontrar agua en los pozos públicos. Celestina, una amiga y vecina nuestra, el otro día se levantó a las tres de la mañana para ir a por agua. Al salir de su casa, donde dormía su hijo, salió arrimando la puerta y cuando volvió se encontró que los ladrones habían entrado y robado todo lo que tenía de más valor sin que su hijo se diera cuenta.
Las mujeres aquí no paran de trabajar, desde bien pronto por la mañana y sin parar hasta bien entrada la noche. Y ahora con la falta de agua es aún peor, muchas se desplazan para hacer la colada al lado de algún pozo y así evitan el transporte del agua necesaria para lavar. Es también el trabajo de los niños para llenar bidones de plástico y algunos hombres que tienen moto a veces se dignan ayudar a sus mujeres al final del día con un poco de agua suplementaria para beber.
Los proyectos de hacer pozos no paran de hacerse, especialmente a través de las dominicas en su trabajo de promoción de la mujer en los pueblos. Cuando nosotros encontramos un problema de agua se lo pasamos normalmente a ellas, salvo en los lugares adonde ellas no van.
Algunos hablan que en el futuro una fuente de conflictos será el agua. Aquí en Benin toda la electricidad viene comprada del exterior porque apenas hay condiciones para hacer pantanos y en todo caso en los pocos sitios donde sería posible no se ha previsto. Se puede pasar sin muchas cosas, incluso sin electricidad, pero el agua es imprescindible para vivir.
Alrededor del pozo las mujeres se encuentran y están obligadas a entenderse. Es un lugar de convivencia y de conversación. El agua es lo primero que se ofrece al huésped que pasa a nuestro lado. Aunque nos falte el agua, no podemos dejar de ofrecerla y compartirla.

Acogiendo al que tiene sed acogemos al mismo Jesús que como a la samaritana nos dará el Agua Viva, esa fuente que brotara en nuestro corazón para purificarlo y hacerlo capaz de amar.

domingo, 1 de marzo de 2015

PEREGRINACIÓN MARIANA

Desde el viernes hasta hoy domingo hemos vivido “La Peregrinación”. Es un acontecimiento que marca la vida de las comunidades. Son unos días intensos donde todas las parroquias de la Diócesis se reúnen en el Santuario Mariano que está precisamente en nuestra parroquia. Antes era sólo un domingo y todo corría a nuestro cargo con la colaboración de todos. Ahora hay una comunidad de religiosos franciscanos que mantiene una presencia permanente en el Santuario y dura tres días.
En muchas comunidades cuando les preguntas como empezaron a ser cristianos te cuentan que alguien les invitó a ir a la Peregrinación y que a partir de esa experiencia de fe, de amor y de alegría de los cristianos comenzaron a ir a la comunidad cristiana de su pueblo.
Muchas veces como sacerdotes lo podemos ver como unos días muy cansados con muchas actividades y apenas un minuto de descanso. Pero también se puede vivir de otra manera y así se me concedió la gracia de vivirlo este año.  Son unos días para compartir la fe del pueblo pobre y sencillo, de sentir sus sufrimientos como un verdadero viacrucis, de vivir como uno más su alegría de verse unidos y de alabar al Señor cantando con su Madre. Son unos días para compartir con todos los sacerdotes y religiosos de la diócesis y encontrando pequeños momentos para dialogar entre nosotros. Unos días para estar en servicio casi las 24 horas de cada día, sabiéndote servidor de todos hasta el olvido de ti mismo.
Son una ocasión para escuchar también en el silencio de tu corazón lo que el Señor te dice a ti,  como uno más al que se dirige su palabra y su llamada, dejándote tocar por su gracia sanadora, liberadora.
Termina uno agotado físicamente pero lleno de paz y de agradecimiento de poder compartir la fe y la alegría con un pueblo pobre, pecador, sufriente y lleno de alegría. Uno entra en esa escuela donde el Evangelio sabe a verdad y aprendes a aceptar tu pobreza humana para ser rico de Dios, a aceptar tu pecado para llenarte de la misericordia de Jesús, a compartir los sufrimientos de los otros para poder vivir la alegría y la fuerza de la solidaridad.





jueves, 26 de febrero de 2015

LA OBRA DE DIOS

Nos esforzamos por muchas cosas pero solo una es necesaria. Cuando Jesús dice que “por sus obras los conoceréis” ¿se refiere a proyectos humanitarios y construcciones de iglesias? ¿O a muchas actividades, reuniones y gestiones pastorales? ¿Se trata de hacer nuestras obras o es de otra cosa que Él habla?
Yo me pregunto si a veces podemos perder de vista que la obra que más nos interesa es la obra de Dios con la cual estamos llamados a colaborar. Es la obra que quiere hacer con las personas para que sean capaces de escuchar su Palabra y de ver con limpieza la Verdad de su Amor por ellas, para que sean libres y puedan buscar el Bien de Dios para el cual su corazón ha sido creado.
No quisiera como misionero saber otra cosa que a Jesucristo, no hacer otra cosa que llevar a las personas a su encuentro, que su camino se hiciera visible para que las personas no fueran engañadas por el Mal, para que fueran liberadas del temor y fueran capaces de unirse para una búsqueda del Reino de Dios y su justicia. Nuestro trabajo es la Palabra y la oración que promueve la fe y suscita la caridad en las personas y en las comunidades.
Estamos llamados a nada menos que a la santidad en el amor de Jesucristo y a no menos que eso debemos llamar a los cristianos y a los que quieren serlo. La llamada es grande aunque la respuesta sea pequeña y se haga esperar. Las rebajas, el acomodar el evangelio para facilitarlo, le hace perder su fuerza de atracción. Es sobre todo un Don que se ofrece, no es una moral que se impone. Sólo un Don como el de Jesús despierta una respuesta generosa.
En una sociedad secularizada no podemos conformarnos con una vivencia del evangelio reducida a promover valores. Si la llama de la vida interior se apaga, sólo quedan planes, ruido y palabras huecas. Mucha actividad pero poca fecundidad espiritual.
Gracias Padre porque has revelado estas cosas a los pobres que se reúnen en tu nombre para escuchar tu Palabra. Esa Palabra tuya hace su trabajo en el corazón de las personas mientras duermen para despertar a otra manera de vivir en Ti. Esa es tu Obra que da frutos de un amor que permanece, que libera, que une, que anima, que sostiene. El ser como María que pierde el tiempo a los pies de Jesús para escucharle permite que seamos una nueva Marta que hace todos sus trabajos desde un corazón habitado por Su amor.



lunes, 23 de febrero de 2015

EXAMINADOS DE AMOR

En el Instituto de Bembereke ya está en marcha la construcción de un nuevo edificio para tener más aulas. Últimamente el Director del Instituto de Gamia vino un día a la parroquia para pedirnos hacer de intermediarios con Manos Unidas para construir un edificio con cuatro aulas. Hay cerca de 2.000 alumnos de secundaria, forman 37 grupos por clase y sólo tienen 27 aulas. Por eso piden hacer un nuevo edificio para poder disponer de más aulas. Para cubrir todas sus necesidades tendrían que hacer por los menos 4 edificios de cuatro aulas cada uno. También necesitan un laboratorio, una biblioteca y un edificio para la dirección y administración del centro. Manos Unidas ya hizo un edificio en el 2011 y ahora tendrán que conformarse con otro nuevo edificio y poco a poco se podrá seguir pidiendo otras ayudas. Es bueno que tampoco la ayuda venga toda de una vez sino que se acomode al ritmo de participación de la población, para que los esfuerzos locales se vean apoyados pero no reemplazados.
En este momento el Gobierno apenas hace lo mínimo para comenzar, pero luego deja a las asociaciones de padres que busquen los medios de financiar el resto. Cuando Manos Unidas aprueba un proyecto como este la población local debe comprometerse en poner su parte de colaboración. Las mujeres contribuyen trayendo sobre sus cabezas el agua necesaria para la construcción. Los hombres trabajan en la excavación del terreno para hacer la fundación del edificio. Luego el Instituto dentro de sus presupuestos anuales debe dejar una parte para el mantenimiento de todos los edificios y mobiliario del centro.

Aprovechando la venida de dos mujeres, llamadas las dos Martas, de Manos Unidas encargadas de esta parte de África concertamos una entrevista para ver el centro y encontrarnos con el personal responsable y la asociación de padres. Cuando llegamos vemos que habían reunido a todos los alumnos y personal del centro, así como a una gran parte de la población con sus autoridades. Prepararon bailes y discursos para esta gran fiesta de acción de gracias de una ayuda que viene a favor de la educación de los más pobres y que aunque viene de una España más rica que ellos, sin embargo la mayor parte viene de pequeñas contribuciones de gente trabajadora sin grandes recursos pero ricos en solidaridad. 
Todo lo que se pueda hacer por hacer posible que todos los niños sean escolarizados y facilitar la educación forma parte de nuestra tarea de evangelización, anunciar el Evangelio y dar testimonio del amor de Cristo en favor de todo el hombre y de todos los hombres, especialmente los más pequeños y más pobres. Todo lo que hacemos por ellos es a Jesús que se lo hacemos. Al final de la vida seremos examinados de amor.

domingo, 8 de febrero de 2015

LA CASA DE PIERRE

La vida aquí es muy frágil, nada hay asegurado, todo puede perderse en cualquier momento. Y una imagen de esta fragilidad y de la sencillez de la manera de vivir es la casa hecha de barro.
Ahora que no hay lluvias y que la cosecha está terminando, es el tiempo de construir. Caritas de Bembereke está aprovechando para construirles a Pierre y a su familia una casa en el terreno que pertenece a la Diócesis para una nueva parroquia en el futuro. De esta manera él guardara el terreno y lo aprovechará para hacer su campo.
El dueño de la casa donde habita la familia, le ha dado un plazo para que desaloje. El estaba ahí gracias a que las Dominicas habían arreglado un poco esa casa a cambio de que Pierre pudiera vivir ahí. Ahora, pasados unos años el dueño quiere utilizarla para su familia.
Las siete pequeñas comunidades de Bembereke se movilizaron para cotizar el dinero suficiente para pagar al albañil tradicional y para que los que trabajen voluntariamente tengan para comer. La misión completará la ayuda para poner el techo, las ventanas y puertas.
Es toda una ocasión para que el amor de Cristo se despierte en el corazón de todos y para constatar que compartiendo de lo poco que se tiene se pueden hacer verdaderos milagros.
En todo caso es la tradición de aquí, que cuando se va a construir, todos los vecinos ayudan. Las mujeres van a por el agua necesaria, que aquí se saca de un pozo artesanal hecho para la ocasión y que no es profundo ya que en esa zona hay aún bastante agua de las últimas lluvias. Los hombres dirigidos por el albañil excavan un trozo de tierra donde la amasan con el agua y la transportan a los pies de la casa que se construye. Allí se hacen bolas de barro que se lanzan al albañil que las va colocando correctamente a todo lo largo, aumentando cada día una línea de altura.

Aquí se trabaja entre bromas, cantos y risas. Hay un clima de fiesta y todos lo hacen como lo más natural del mundo, sin dárselas de haber hecho gran cosa, como los siervos inútiles que hacen lo que deben hacer. Y a Pierre se le ve contento, es pobre pero es rico porque tiene muchos hermanos y amigos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

MARCHAR A NIGERIA

El lunes fui a un pueblo y después de ver a toda la comunidad, en el momento de marchar, un joven catequista me cogió aparte para contarme su problema. Su familia procede de la Atakora que es la parte del Norte del país que hace frontera con Togo y que es una de las tierras más pobres de Benín. La mayoría tiene que emigrar a otras partes del país para poder encontrar tierra fértil donde poder trabajar. Todos los que proceden de ahí no se sienten muy bien acogidos y son discriminados por las otras etnias que se sienten superiores a ellos. Muchas familias que vienen adonde estamos nosotros que es la tierra de los baribá, ven dificultad para que les concedan un terreno y en el momento de la cosecha muchas veces tienen que dar una gran parte a la población autóctona.
Albert me contaba que desde que llegaron aquí, su familia fue saliendo adelante a base de préstamos y que cada vez que hacen la cosecha el poco dinero que sacan se les va en pagar las deudas y que apenas les queda nada para comer. Me decía que estaba muy desanimado y que aunque quería seguir sirviendo a la comunidad como catequista, estaba pensando marcharse a Nigeria para poder ganar un poco de dinero y poder salir adelante.

Nigeria se presenta a muchos jóvenes como el lugar más próximo donde emigrar y poder encontrar trabajo. Nigeria es uno de los países, con África del Sur, más poblados y con mayor poder económico del África subsahariana. El problema se plantea en que todos los extranjeros que llegan allí se convierten en verdaderos esclavos, con unas condiciones de trabajo y de vida realmente indignas de un ser humano. No ven el dinero sino al final de la estancia contratada, si un día no pueden trabajar porque están enfermos o muy cansados, no tienen derecho a la comida. Viven hacinados y trabajan nunca mejor dicho “como negros”.  Todo para comprar una moto con la que volver y mostrar que ya son algo delante de los demás, para luego venderla y poder tener algo de dinero. Todos dicen que si aquí trabajasen lo que allí sacarían el doble sin necesidad de emigrar y sufrir inútilmente. Pero una vez que a un joven le comienza a seducir la idea de emigrar es muy difícil convencerle de no hacerlo, ve en Nigeria una salida de sus sufrimientos y una posibilidad de una vida mejor.

viernes, 30 de enero de 2015

DIGNIDAD DE UNA PERSONA

  Su nombre es Bana, ella nació con la inmovilidad de una pierna quizá fruto de la polio. Su familia en un primer momento hizo el esfuerzo por enviarla incluso a la escuela y hoy logra hablar el francés. Pero un día en el que iba a la escuela con sus muletas, Bana se cayó. A partir de ahí se prefirió que se quedase en casa para evitar nuevas caídas. Después se la envió a otro pueblo para que la cuidase una tía abuela.
  Hasta que llegó una segunda caída en la que rompió la cadera. Es a partir de ese momento que la comunidad cristiana se movilizó para traerla a la misión. Una vez en el Hospital evangélico de Bembereke se vio que realmente era una fractura de cadera, allí no tenían medios para una operación de ese tipo. Sólo quedaba enviarla a Tangueta, lejos de aquí, en el norte cerca de Togo, donde se encuentra un Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios. La comunidad dio algo de dinero para el viaje, la misión se hizo cargo de los gastos de la operación y de la hospitalización.
Como no tenían prótesis de cadera, se le hizo una operación colocándole una prótesis exterior esperando que así se pueda restablecer sola la cadera. Bana y su vieja tía volvieron como pudieron de nuevo a su pueblo y esperan volver de nuevo a los tres meses a ver si la cadera se ha consolidado de nuevo.
  Todo esto supone un montón de gastos para la comunidad y sobre todo para la parroquia.  ¿Y la familia? La familia, salvo su tía, el resto se ha desocupado totalmente de ella. Según los comentarios de la gente, Bana era para ellos alguien inútil, que no servía para el trabajo y que suponía solo una carga. ¿Pero es que es un animal de trabajo o es una persona? ¿Una persona solo vale para trabajar o tiene un valor por sí misma, digna de ser amada y respetada?. Para una visión cristiana acoger a una persona así es acoger la bendición de Dios aunque suponga un sacrificio. Acogerla es acoger al mismo Cristo, es crecer interiormente, hacernos capaces del amor de Dios, hacernos más humanos.
  La familia al ver que la comunidad cristiana y la misión se han hecho cargo, ya no quiere saber nada. Es verdad que en un país donde la casi totalidad no tiene ningún seguro de enfermedad, una enfermedad grave que requiera una operación un poco complicada y costosa, se convierte en algo prácticamente imposible de pagar.
  Tomas, un catequista de la comunidad, la cuida con un cariño increíble y desinteresado, todos los días le hace las curas necesarias para que las heridas de la operación no se infecten.  Bana ha visto que por fin alguien se ocupa de ella, ha recuperado el sentido de su valor como persona, de su dignidad. Y si en su silla el día que la llevamos al hospital mostraba su preocupación y su tristeza, hoy se la ve sonreír esperanzada. 

lunes, 26 de enero de 2015

CRISTIANOS PERSEGUIDOS


Todos sabemos que la persecución de los cristianos no es algo del pasado, sino siempre actual y hoy especialmente. No se trata de ser criticados por ser mal cristianos, cosa que puede ayudarnos a cambiar. Se trata de ser perseguidos por ser realmente cristianos.
En Europa se convierte a veces en hacer burla y menosprecio de la religión en nombre de la libertad de expresión. Una libertad que sería bueno aprovecharla para hacer el bien y para construir la vida en común respetando las diferencias culturales y religiosas.
La persecución religiosa que se presenta en África contra los cristianos es precisamente en contra de la libertad religiosa. Aquí en Benín en general hay un Islam tolerante y acostumbrado a convivir con el cristianismo. Pero es verdad que en la vida diaria los cristianos están acostumbrados a ver como se les desprecia y se les margina a causa de su fe.
En nuestro programa entraba encontrar un día para ir a visitar y a conocer al nuevo imán de Bembereke. Al fin lo pudimos hacer. El había llamado a la Radio local y aprovechó para pedirnos ayuda públicamente para hacer un pozo en un barrio que tiene un gran problema por la falta de agua. Desde un primer momento expresó su alegría de la visita y nos manifestó que el Islam que profesan aquí está por la paz y no tiene nada que ver con esos grupos que utilizan el nombre del Islam y de Dios para aterrorizar y matar. Todo el mundo que escuchó la radio acogió con alegría el gesto de vernos unidos a cristianos y musulmanes.
Pocos días después ocurrieron los atentados de París, la nueva publicación de la caricatura del Profeta, las manifestaciones de musulmanes primero contra el atentado y luego contra la caricatura. En Níger, país vecino por el norte, una manifestación política en la capital de Niamey contra el gobierno se disolvió convirtiéndose en una desbandada de violencia contra los cristianos que vieron como fueron quemadas cerca de cuarenta iglesias. Muchos sacerdotes y religiosos se vieron acogidos y escondidos en las casas de los cristianos para pasar esa noche de barbarie. Esperemos que esos sufrimientos no desencadenen el odio contra los musulmanes sino que ayuden a tomar una posición más clara de todos de condena de esos grupos radicales y por una libertad respetuosa de todas las diferencias que haga posible una convivencia en común.


viernes, 2 de enero de 2015

SABER DECIR ADIOS

     Estos días hemos tenido que decir adiós varias veces. Primero en Karaku Dassi donde fuimos con nuestro arzobispo de Asturias, Don Jesus y su secretario Manuel. Fue una celebración llena de alegría, después de visitar a los enfermos y comer juntos, danzar y sentir el gozo de que el Enmanuel estaba en medio de nosotros con toda su debilidad. El nos da el poder sabernos hijos de Dios y hermanos de todos, especialmente de los más pobres y sencillos. Llegaba el momento de partir y todos alzaron las manos para en un acto espontaneo y comunitario decirnos adiós, hasta la próxima.
       Ese mismo día hemos ofrecido la eucaristía por Andrés, el catequista de Angar, que venía de fallecer. Es uno de los primeros catequistas de esta parroquia de Bembereke. Decirle adiós nos rompía el corazón al recordar cómo fue catequista a pesar de una fuerte oposición de las gentes de su pueblo cuando se hizo cristiano y aún mayor cuando decidió marchar para formarse como catequista. El había salido hace tiempo de su pueblo y había venido a nuestra parroquia donde se mostro un hombre realmente entregado y fiel a su labor evangelizadora. Ahora ya estaba pensando que era ya mayor y que debía volverse a su pueblo, pero no lo quería hacer hasta que la comunidad no encontrara otro hermano más joven que se decidiera a reemplazarle como catequista. Cuando otro más joven, Boni, se preparó y ya comenzó a compartir esta tarea, el Señor llamó a Andrés no a volver al pueblo de esta tierra, sino a gozar del lugar que Él le ha preparado en el cielo desde toda la eternidad. Andrés descansa en ese gozo y ayúdanos a nosotros a ser igualmente fieles a nuestra misión hasta que entremos a gozar juntos de Aquel que tanto nos ama, a danzar en la fiesta del Reino que Dios ha querido regalarnos.

       Y hoy dos de Enero después de decir adiós al 2014, hemos dicho adiós a Don Jesús y a Manuel. Las despedidas dejan una cierta nostalgia en el corazón, que siente el recuerdo de lo vivido juntos. Pero es también un tiempo de gracia, para hacer como María recoger todo en el corazón e ir descubriendo que en Jesús siempre hay que comenzar de nuevo sin mirar hacia atrás.