martes, 29 de abril de 2014


LOS NIÑOS TRABAJAN

 

Aquí los niños trabajan ya desde muy pequeños. Puedes ver críos de no más de siete años sin ningún adulto a su lado llevando ellos solos las vacas a beber o a pastar. Las niñas a buscar agua o leña. Muchas niñas llevan ya a sus hermanos bebes a sus espaldas y se encargan de ellos mientras las madres hacen otros trabajos. Este tipo de trabajos yo creo que no les hacen mal a los niños, ya desde muy pequeños aprenden a colaborar en la casa y se inician en todas las tareas. Quizá en ese sentido los niños se crían más sanos y con menos caprichos que los nuestros en Europa.

El problema viene cuando muchos padres, especialmente de ciertas etnias como los pheul y los gando que son especialmente ganaderas, se niegan a enviar a sus hijos a la escuela porque prefieren que trabajen en la casa. No acaban de comprender para que puede servir lo que aprenden en la escuela. Algunos van a los cursos de alfabetización en la lengua local como único aprendizaje.

Se hace toda una labor de concienciación con los padres y muy lentamente ya se comienzan a ver padres que aceptan enviar a sus hijos a la escuela. Pero parece que no hay ninguna ley que llegue a obligar en la práctica a la escolarización.

Hay otros trabajos de niños de poco más de once años que ya van totalmente contra los derechos humanos de los niños. Aparte de no estar en la escuela aprendiendo, ves a niños trabajando en trabajos realmente duros para su edad. Al lado de nuestra casa están construyendo una casa y ves que al lado de los adultos hay toda una tropa de niños empleados para acarrear material. Les hacen trabajar muchas horas casi sin descanso y les pagan con un salario de miseria. Algunos son enviados a trabajar casi como esclavos a Nigeria y después de mucho sufrir traen como aliciente una bicicleta. Es necesario que se denuncie este tipo de injusticias y que se defiendan más claramente los derechos humanos de todos pero especialmente de los niños.

lunes, 28 de abril de 2014


A  LA GALILEA DEL BARRIO

 

Gamia es después de Bembereke uno de los pueblos más grandes que atendemos. Hay cinco pequeñas comunidades en las que los cristianos se reúnen los sábados a última hora para compartir su fe y su vida.
Este año después de haber escuchado en la Vigilia Pascual la llamada de Jesús a encontrarnos con Él en Galilea, entendimos que para nosotros quiere decir allí donde vivimos la vida ordinaria de todos los días, en nuestros barrios, en nuestras casas, en los campos y en la escuela donde trabajamos todos los días.
Es por eso que decidimos que el jueves de la octava de Pascua nos juntaríamos en uno de los barrios todas las pequeñas comunidades para junto con los nuevos bautizados adultos poder festejar que Jesús Resucitado nos quiere encontrar en medio de nuestra vida familiar y vecinal.
Al llegar habían ya colocado los bancos para sentarse como si fuera en la Iglesia, pronto los colocamos formando un círculo para vernos los unos a los otros en comunidad. Un pequeño motor de gasóleo aseguraba la electricidad para las dos grandes bombillas y el equipo de sonido.
Al llegar lo primero que hice fue saludar a la familia de la casa que nos acogía, que en este caso era el presidente de la comunidad cristiana de Gamia. Me enseñaron con orgullo toda la comida preparada. A mí me parecía demasiado para la gente que encontré al llegar, pero en un poco de tiempo fueron llegando y comprendí que todo era poco para tanta gente y todos los niños que se añaden cuando hay música y comida a la vista.
Como la coral ya estaba en su lugar animando, cada uno que llegaba hacía su entrada en el medio con su baile apropiado. Fue un ambiente realmente festivo, la Eucaristía se convertía en la fiesta que fuera de la Iglesia advertía a todos que los cristianos estaban celebrando la Pascua. Hasta los delegados de barrio que son musulmanes vinieron al final de la misa a saludarnos y a unirse a nuestra alegría. Hay que salir para compartir la alegría del Evangelio con las gentes que no vienen a la Iglesia, que no conocen a Cristo, que son de otra religión o que simplemente no creen en Dios.

miércoles, 23 de abril de 2014



EL DIABLO POR TODOS LADOS



Hace poco alguien que negaba la existencia del diablo me pregunto qué es lo que yo pensaba. Yo creo lo que la Iglesia cree y enseña. Es un misterio el mal, pero no es sólo el mal que hacemos sino que existe un tentador que tiene ganada su batalla con nosotros si negamos su existencia. Tampoco parece normal ver al diablo metido en todo como en general la mayoría de los cristianos de nuestras comunidades en Benín lo ven. El otro día entré en el momento de formación que el Grupo de Renovación Carismática tiene en la parroquia y que por otra parte está haciendo una gran labor de evangelización. El que daba la charla empezó a hablar de las manifestaciones del diablo que nos quiere alejar del camino de Dios, algunas me parecían bien reales por resultar verdaderas tentaciones de carácter espiritual. Pero ya me parecía demasiado cuando empezó a hablar de ruidos en la casa, de dolores de cabeza y de mil fenómenos extraños. Me parecía que estaba metiendo a la gente más miedo del que ya tienen en tantos fenómenos extraños en los que creen. Al día siguiente leo que el papa Francisco habla de la existencia del demonio y dice que no es que él sea anticuado sino que más bien no debemos ser ingenuos negando su existencia.

En todo caso yo quisiera releer de nuevo desde el comienzo la historia de la salvación donde el hombre es tentado a desconfiar de Dios y a buscar lejos de Él su progreso, cayendo así en la miseria. Leer de nuevo el Evangelio para descubrir como Jesús presenta su combate contra el diablo en las tentaciones y en la liberación de muchas personas poseídas, como aparece en San Pablo y sobre todo en el Apocalipsis donde la Bestia se enfrenta a los cristianos antes de ser definitivamente vencida. Quisiera releer la enseñanza de la Iglesia sobre el tema y ver como se presenta en la vida y enseñanza de los santos. San Ignacio de Loyola es un gran maestro para discernir lo que viene de uno mismo o del Enemigo o del Espíritu de Dios. Desde ahí y desde mi propia experiencia abrirme a como se plantea en esta cultura africana donde la gente se siente tan atormentada por realidades que escapan a toda comprensión de nuestra mentalidad occidental y racionalista. Hay que discernir lo que viene de nuestro cuerpo enfermo, lo que viene de nuestra psicología que reacciona a diversas experiencias traumáticas, lo que viene de la influencia de la cultura y de tradiciones muy arraigadas en las que nacemos y nos dan sus explicaciones y soluciones para todo lo que nos pasa. Más allá de todo eso existe nuestra voluntad, nuestra libertad y nuestra responsabilidad capaz de dejarse seducir por el mal o con la ayuda de la gracia de Dios desenmascarar el mal y resistir a la tentación. La tentación ha de ser desenmascarada por que el mal nos seduce ofreciéndonos algo aparentemente bueno que luego nos lleva al mal. Si nos fiamos de Dios y nos acogemos a su gracia el diablo no puede hacer más que tentarnos aprovechando todo lo que nos ocurre para alejarnos de Dios, pero con Jesús podemos aprovecharlo todo como ocasión para acoger su gracia y avanzar en su camino.
 
Habrá que llamar a la vigilancia, al discernimiento y a la oración, a la astucia de las serpientes, para no dejarnos seducir por el Maligno y desenmascarar sus engaños. Es la última petición que Jesús nos propone en el Padrenuestro. Es verdad que nuestra lucha no es contra personas sino contra el espíritu del Mal que hay combatir con las armas de la fe y de la oración. Pero no hay que sembrar el temor al diablo sino la confianza en Jesús que nos libera de todo miedo, de toda angustia, como signos de la venida de su Reino. Nosotros creemos que en la Cruz Jesús ha vencido al Maligno, al Pecado y a la Muerte. El amor de Dios aleja todo temor y la gracia sobreabunda sobre el pecado.
 

viernes, 18 de abril de 2014

 

IR A LAS PERIFERIAS



El Evangelio que llegó a Benín comenzó por el Sur y allí la Iglesia católica está ya más arraigada. En el Norte donde nosotros estamos en Bembereke se vive la experiencia de la primera evangelización. Muchas comunidades empezaron con personas venidas del sur y que se instalaron aquí como funcionarios del estado, profesores, etc. Pero sólo al paso de un tiempo se empezaron a ver los primeros cristianos de la etnia batonu o baribá que es la predominante esta zona.

Pero Jesús no nos deja nunca encerrarnos en la comunidad sino que como dice el Papa Francisco nos impulsa a salir siempre hacia las periferias. Desde que he vuelto a Benín he constatado no sólo el crecimiento de las comunidades que ya conocía sino también comunidades nuevas que nacieron en estos diez últimos años.

Las comunidades nacen por algún cristiano que se desplaza a una zona y comienza a reunir la gente para leer la Palabra de Dios y rezar. Al cabo de un tiempo llaman a los sacerdotes para que vengan a visitarlos. Uno de los miembros se ofrece a ir durante un año con su familia a prepararse para ser el catequista de su comunidad. A la vuelta vuelve, se construye de una manera rudimentaria una pequeña iglesia y se comienza un catecumenado que dura unos tres años. Al final de este proceso se celebra el paso del bautismo de los primeros y a partir de ahí va creciendo la comunidad con la fuerza de la eucaristía.

Algunas comunidades que están en sus primeros comienzos son no ya de la etnia mayoritaria sino de otra etnia que se llama los Gando que en sus tiempos eran los esclavos de los Pheul, etnia ganadera y tradicionalmente nomada.

Son comunidades aún con muy pocos miembros y en medio de una etnia en la que la mayoría son musulmanes. Con muchas dificultades van avanzando ayudadas por catequistas de otras comunidades ya establecidas que se entregan generosamente a ir más allá de su propia comunidad para anunciar el Evangelio.

Es en una de estas comunidades donde el otro día hicimos el Vía Crucis como una manera de celebrar la Pasión del Señor con los que aún no conocen muchas de nuestras celebraciones. Aunque eran pocos, daba gusto ver con qué interés lo vivían y con qué agradecimiento nos acogen cada vez que vamos a visitarlos.

lunes, 14 de abril de 2014


ADENTRARSE EN LA PASION

 

Vivo la Pasión de Jesús aquí y ahora, no es como otros años, hay algo nuevo. Siento una llamada a adentrarme en el corazón de Cristo, en su amor por estas gentes. Es una pasión de amor. Un amor que brota de las mismas entrañas de Dios por cada persona y de una manera especial por los más pobres, por los que están más excluidos, más abandonados, más perdidos.

Es una llamada a no quedarme en el exterior más o menos exótico y colorido de la cultura africana, es ser valiente para no tener miedo de entrar a compartir lo que vive la gente en su interior, sus alegrías y sus sufrimientos.

En ningún lugar como aquí yo he sentido la alegría de alabar al Señor con este pueblo, de cantar y danzar agradeciendo su amor, lo que El es como Don de Dios, como gracia que nos regala compartir su misma vida. El Domingo de Ramos vivíamos esta alegría del Espíritu que los más sabios y entendidos desde su frío análisis podrían despreciar como cosa de niños y de gente ignorante. Y sin embargo es la alegría de las bienaventuranzas, la alegría de los pobres, de los que en su sufrimiento experimentan el consuelo de Dios, de los misericordiosos…

Los sacerdotes nos pasamos en este tiempo confesando y conociendo así todas las miserias morales y todos los sufrimientos de la gente. Reconoces en los otros tus miserias. El corazón te queda atravesado por tanto dolor pero con la alegría de que Jesús ha convertido todo eso en una ocasión para abrirnos a la pasión de su amor por nosotros que da sentido a la cruz.

Hoy ha sido en Bembereke donde sin cesar viene a confesarse mucha gente de todas las edades. En algún momento en que no vino nadie salí a tomar el aire y ahí estuve un rato con esos niños y una pareja tomando un poco de aire fresco. ¡Que con la Pascua venga ese aire del Espíritu que nos de nueva fuerza para seguir caminando con esperanza!

 

lunes, 7 de abril de 2014


SUBIDOS A UN ARBOL

De vuelta de una comunidad vi a un hombre subido a lo más alto de un árbol donde las ramas son ya muy frágiles. Y yo le miraba con miedo de que una rama fuera a romperse y que pudiera caer. Los dos catequistas que me acompañaban ese día se reían de mí y me decían que eso era para ellos algo normal, que ya desde muy pequeños estaban acostumbrados y que no se caían. Me explicaron que el árbol era el Néré. Sus frutos se utilizan para hacer una especie de mostaza que da gusto a las salsas.

Al día siguiente nos fuimos a otra comunidad a una celebración penitencial que hacemos en todas las comunidades en tiempo de Cuaresma. Son celebraciones que se hacen para todos los cristianos aunque aún no estén bautizados. Los bautizados que en algunas comunidades que están en sus comienzos son una minoría se confiesan al final de una manera personal.

Al llegar nos encontramos con un hombre joven bajo un árbol tirado sobre una esterilla durmiendo. Nos explicaron que se había caído el día anterior de un árbol y que se había roto una pierna. Yo pensé que lo que me habían dicho el día anterior era cierto, pero que igualmente que están acostumbrados a subir, también lo están a caer de vez en cuando. En este caso este hombre en vez de ir al hospital y gastar un dinero que no tiene, él prefirió ir al curandero tradicional que en estos casos parece que funciona. Le pone una especie de protección de palos y le manda reposar hasta que él consideré que ya está listo para caminar. Como todo esto se hace sin radiografía, si la rotura es limpia todo irá bien, si no supongo que al final o va al hospital o se queda mal para siempre.

Como Zaqueo subido a un árbol para ver a Jesús también nosotros estamos llamados no a caer sino a bajar a nuestra realidad para encontrarnos con El. Que la Pascua sea el gozo del encuentro permanente con Aquel que llena nuestra vida de un amor que lo transforma todo.

 

 

sábado, 5 de abril de 2014



Hacerse como niños


Los que comienzan a ser cristianos, aún siendo ya casados y mayores, se ponen de nuevo a aprender de Jesús una manera nueva de vivir.

Hoy se celebró un retiro para aquellos que van a recibir el Bautismo en esta Pascua y hay entre ellos personas bien mayores que no tienen ningún reparo de ser enseñados por catequistas más jóvenes que ellos saltándose la tradición de que son siempre los más mayores los sabios a los que hay que escuchar.

Yo también me metí entre ellos, porque siendo también mayor tengo que aprender de nuevo casi todo. Aprender de nuevo la lengua batonu (baribá) que es la mayoritaria aquí. Hablar la misma lengua te ayuda a entrar en toda su manera de ver la vida y te permite comprender mejor a la gente. Aprender también de ellos su saber vivir con tan poco, su sencillez, su paciencia, su capacidad de sonreír siempre aunque el sufrimiento vaya por dentro, su sentido de solidaridad y de compartir con los otros, tantas cosas…Y esto sin idealizar, porque como todos también tienen como todo el mundo sus defectos. En todo caso de cada cultura hay que recoger lo que tiene de bueno  y sabiendo que lo más profundo de cada uno es lo más universal.

Y aprender con ellos de nuevo a conocer a Jesucristo, a poner la fe de la gente sencilla en El y a seguirle con la alegría que lo hacen ellos. Aquí el Evangelio se lee mejor, más fresco, siempre nuevo, siempre desde los más pobres a los que el Padre ha querido revelarles todo su amor.

 

jueves, 3 de abril de 2014


LOS MANGOS QUE QUITAN EL HAMBRE

 

Nicole es la niña de la foto comiéndose un mango. Cada día si puedo, hago una hora caminando y siempre voy por un camino que está detrás de nuestra casa y va hacia un Santuario de Nuestra Señora de la Paz y al lado de la casa y la residencia de estudiantes de las Dominicas de la Anunciata. Cuando voy por las mañanas temprano, cruzo a Nicole que la llevan en moto hacia la escuela y siempre me saluda con alegría. Cuando la marcha la hago por la tarde, ella que se encuentra en una pequeña tienda que atiende su madre, sale corriendo a mi encuentro, me abraza y me cuenta siempre alguna cosa.

Este momento antes de las lluvias comienzan a escasear las reservas de la cosecha anterior y es el momento en el que la gente puede llegar a pasar hambre. Por eso la naturaleza es el momento en que comienza a entregar esos mangos que ayudan a quitar un poco el hambre. Los niños y los que tienen hambre no suelen esperar a que maduren y se los comen así un poco verdes. Y lo chupan y lo rechupan como quien se está comiendo un caramelo.

También en este tiempo comienza a bajar el nivel del agua de los pozos y está más sucia, con las posibles infecciones y diarreas. La gente se desplaza en Bembereke con plásticos para buscar agua donde la haya. Y ves motos cargadas de bidones grandes de plástico de acá para allá.

Es un tiempo en el que no hay apenas trabajo en el campo y en el que han recibido un poco de dinero del algodón recolectado. Por eso se aprovecha para hacer las ceremonias tradicionales por los difuntos que han fallecido a lo largo del año que pueden durar una semana en un lugar al que se desplazan todos los familiares y amigos. También se aprovecha para la caza a la que van los hombres jóvenes con motos y baten toda una zona, trayendo luego con alegría sus codornices, conejos, monos y otros animales. Es toda una fiesta.

La otra actividad de la temporada antes de que lleguen las lluvias es la construcción de casas de barro, todas muy frágiles. Para la construcción se reúnen todos los vecinos y el propietario les da de comer. Luego queda con el dinero del algodón comprar las latas que sirven de tejado.

En cuanto lleguen las lluvias hacia el mes de Mayo, todos a trabajar al campo. También nuestra actividad de formación en las comunidades que visitamos se multiplica por que la gente tiene más tiempo.

 

martes, 1 de abril de 2014


MUSULMANES Y CRISTIANOS


Ayer tuvimos un encuentro entre cristianos y musulmanes para conocer mejor el Islam actual y para unirnos en la tarea de buscar la reconciliación, la justicia y la paz en Benín. Estaba preparado como una sesión de formación para los sacerdotes y religiosas/os de nuestra Diócesis de Ndali.

Había dos alcaldes musulmanes y un grupo de unos siete imanes. Un sacerdote nigeriano que trabajó en Egipto y que aprendió el árabe ofreció una visión general de las dos familias principales de los sunitas (85%) y de chiitas (15%). Luego este misionero de la Sociedad de Misiones Africanas entró de lleno en su investigación de los movimientos fundamentalistas  que se han introducido en todos estos países vecinos y que son conocidos por sus actos terroristas en Mali, Nigeria y Centroáfrica. Antiguamente parecía imposible pensar en ningún problema entre musulmanes y cristianos en esta parte de África. Parece que el 11 de Septiembre lo cambió todo y aquellos que fueron perseguidos en otros países como Afganistán vinieron hacia aquí y se fueron infiltrando en grupos musulmanes ya presentes.

En Nigeria el grupo de Boko-Haram era principalmente como una reacción contra la educación occidental cuya influencia se consideraba realmente maligna para la fe musulmana y para las tradiciones africanas. Fue la infiltración de radicales de fuera y el posterior asesinato de su líder lo que parece desencadenó su radicalización terrorista no sólo contra cristianos sino también contra corrientes musulmanes consideradas como poco ortodoxas.

En todo caso se vio que era importante estar atentos para que esas corrientes no entren en nuestro país a desestabilizar nuestras buenas relaciones y a seducir a tantos jóvenes sin futuro y sin muchas referencias morales, que encuentran así en ellos unos ideales por los que vivir y por los que morir.

Por parte de los cristianos hemos hablado de cultivar las actitudes de respeto a otras religiones como la tradicional y la musulmana, conociendo que la mayoría son personas que como nosotros quieren vivir en paz y que en ellos podemos reconocer unos hermanos, hijos todos del mismo Dios. Cómo alguien comentó, todos bebemos del mismo pozo, aunque saquemos el agua de diferente manera. Todavía tenemos reciente en la memoria el evangelio del encuentro de Jesús y la samaritana al borde del pozo, rompiendo fronteras y divisiones.