martes, 28 de abril de 2015

TIEMPO DE ELECCIONES

En varios países de África se está viviendo un tiempo de elecciones. Primero fue Nigeria donde se temía por reacciones violentas del partido que perdiera. Al final todo fue un buen ejemplo de democracia con la rápida felicitación del actual presidente que perdía las elecciones.
En varios países el problema que se plantea es la resistencia de los presidentes en el poder a no ir más allá de los dos mandatos tal como está establecido en sus constituciones. Así está ocurriendo en Togo y en Burundi. Así pasó primero en Burkina y la gente se sublevó obligando al presidente a renunciar a un tercer mandato.
En Benín hemos celebrado unas primeras elecciones locales y el próximo año serán las presidenciales. En principio, salvo las palabras un poco fuera de tono de la campaña, todo transcurrió en paz. Los obispos pidieron a todas las parroquias momentos especiales de oración para pedir por la paz en este tiempo de elecciones.
El problema que se plantea es que apenas hay un programa que suponga una orientación de la política que merezca la confianza. Todo se queda en escoger entre distintos candidatos que en su mayoría lo único que buscan es el poder y el beneficio personal y de su partido.

El día de las elecciones coincidió con el domingo del Buen Pastor capaz de dar la vida por amor a sus ovejas y en contraste de los asalariados que sólo buscan el dinero y no se interesan por unas ovejas que no le pertenecen. Es necesario poder encontrar políticos que sean capaces de honrar una responsabilidad pública tan importante, que se alejen de toda corrupción y que busquen el interés de todos más allá de las pertenencias políticas.

lunes, 6 de abril de 2015

UNA NUEVA PRESENCIA

La debilidad de las conexiones a internet me ha obiligado a interrumpir la comunicación del blog. A veces es bueno aprovechar las ocasiones que las circunstancias nos ofrecen para desconectar un poco y liberarse de una cierta dependencia de los nuevos medios de comunicación. Así pude aprovechar el tiempo de Cuaresma para guardar el silencio necesario que me permite escuchar de nuevo el anuncio de Jesucristo Resucitado.
Esta Semana Santa ha sido realmente buena para adentrarme a vivir la Última Cena, la Pasión  y la Resurrección de Cristo en medio de este pueblo. Fue vivir este misterio de fe adentrandome en el amor, el sufrimiento y la alegría de las personas con las que comparto la vida. Yo sé que estoy muy lejos de la proximidad que facilitaría un verdadero compartir, pero estoy caminando en esa dirección con aceptación de las limitaciones de la diferencia cultural y de medios, de la lengua y de la edad. Pero todo, hasta las limitaciones, en manos de la Providencia se puede convertir en una ocasión de gracia.
Ver los rostros de las personas a las que lavaba los pies, marchar por los caminos del pueblo representando el Vía Crucis, vivir la alegría de los nuevos bautizados la noche de Pascua, todo ello invita a salir al encuentro de Cristo presente en este pueblo.
Ahora es como si fuese invitado a vivir todo de nuevo, como si fuese la primera vez. Quizá sea este comenzar de nuevo la Galilea a la que se refiere Jesús como el lugar apropiado para ver su nueva presencia en la fe. Esa fe que nos permite tomar parte en toda su vida gracias al don del Espíritu Santo. Con María y unidos al Papa Francisco pedimos con toda la Iglesia el nuevo Pentecostes que va a fortalecer a los cristianos perseguidos y que nos convierte en artesanos de la paz en un mundo que en estos momentos tanto la necesita.