miércoles, 28 de mayo de 2014


JESUS VIENE A DAR PLENITUD

Una religiosa baribá vino al encuentro de catequistas para ver entre todos cómo los cristianos se sitúan ante las distintas tradiciones de los baribás. En una breve introducción habló de  lo que significa ser catequista como persona que vive de la fe en Jesucristo. Luego abrió el dialogo para que cada uno fuera exponiendo sus cuestiones y así ir dando la luz del Evangelio a cómo actuar ante las diferentes costumbres de la tradición.

Los musulmanes y los protestantes tienen fama de ser muy radicales frente a la tradición, exigiendo en muchos casos renunciar completamente a las costumbres de sus antepasados. A los católicos sin embargo se les conoce por su respeto a la historia y a la cultura del pueblo que evangelizan. Jesús no vino a abolir sino a dar plenitud a lo que es bueno y a purificar todo lo que es malo porque va contra la persona y la comunidad. Esto exige mayor discernimiento para distinguir las buenas tradiciones de las malas. Hay tradiciones que cuidan de la vida, que respetan la dignidad de las personas y que favorecen la convivencia entre todos. Hay otras que impulsan a matar, que niegan la libertad personal, que traen la división y el odio. Es la misma postura crítica ante toda la modernidad que viene del mundo occidental y de la codicia del dinero que domina actualmente.

La postura de los católicos tiene el riesgo de que a veces se entienda como contemporizar con todo, que se puede ser cristiano y a la vez admitir todo lo que hasta ahora se hizo a partir de las costumbres heredadas de nuestros antepasados. Es por eso que estos encuentros donde se desciende a casos concretos ofrece una gran ayuda a los cristianos para saber cómo reaccionar con respeto a la tradición pero con libertad para mostrarse siempre como cristiano.

El cristiano que es coherente con su fe y se muestra como tal ante los demás sin miedo a ser por ello rechazado, luego encuentra en la mayoría de los casos que es a su vez respetado sabiendo todos que no se le puede forzar a ciertas costumbres porque es cristiano.

Creyendo como cristianos en nuestro corazón que sólo Jesús nos salva nos hemos de preparar para saber dar razón de nuestra fe en todas las circunstancias en las que nos veamos. Saber hacerlo con respeto y humildad y a la vez con libertad y valentía, es un fruto del Espíritu Santo que hemos de pedir.

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