HISTORIAS INCREIBLES
Una mañana quisimos llevar a los tres diáconos
asturianos a conocer la tumba del héroe de los Baribá. Se encuentra
enterrado en un lugar cerca de uno de los pueblos de nuestra parroquia, llamado
Baura.
Ya en la carretera nos paramos en el pueblo
anterior para coger a Charles, uno de nuestros principales catequistas, y llegados a Baura, un joven de la comunidad
cristiana se vino también con nosotros. Tomamos el camino de tierra dirección al
monumento construido para albergar los restos de Bio Gera, un personaje no muy
lejano en el tiempo, principios del siglo pasado, pero cuya memoria ya está
cargada de leyendas realmente increíbles.
Se encuentra en un lugar solitario, lleno de
encanto al lado de uno pequeña colina y donde sólo habita la familia del guardián
que es a su vez nieto del héroe y que hace de guía a todos los visitantes,
grupos de estudiantes y turistas interesados en conocer algo de esta parte
importante en la memoria histórica de este pueblo.
Al entrar en el lugar donde se encuentra la tumba,
nos contó cómo el organizó la resistencia a los colonizadores franceses. Vimos
un ave rapaz disecada en la parte interior de una de las ventanas. Nos contó
que un día el ave llegó a romper el cristal de la puerta y entró al interior.
Los videntes dijeron que era el alma del fallecido que quería estar junto a sus
restos. Luego me pidió que hiciera una oración por su alma.
Más tarde nos enseñó el árbol baoba donde se veían
las huellas del caballo con el que había subido para desde allí vigilar a sus
enemigos y mostrarles sus especiales poderes. En una roca cerca de Bembereke
quedaron impresas las huellas de su paso por allí. Luego el guardián nos llevo
a su casa donde nos enseñó todos los restos de armas de los blancos y los arcos
y flechas utilizadas por los baribás.
Para nosotros los hechos históricos se mezclaban
con leyendas creadas por un confianza ciega en los poderes especiales que tenía
Bio Gera. El catequista asentía a todo lo que el guía nos contaba y yo creía
que lo hacía por respeto. Más tarde contándole nuestra dificultad para
comprender y creer todas esas historias increíbles, él nos mostró su fe ciega
en todo ello. Al decirle que eran cosas prácticamente imposibles de creer, él
nos habló de cómo también la vida de los santos están llenas de signos y
milagros que superan nuestra inteligencia. Y ahí ya no supe que más decir. Los
diáconos quedaron sorprendidos y comenzaron a darse cuenta de que hay toda una
mentalidad difícil de comprender para los que venimos de Europa. Y esto no es
más que la punta de un gran iceberg de misterio y de magia.
Antonio esa bola nos la contaron a nosotros pero ya sabes es un sacrificio....saludos desde gijon
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