martes, 25 de noviembre de 2014

A LA CAZA DE BRUJAS

Últimamente está volviendo a resurgir toda una oleada de conflictos serios en algunos pueblos a causa de algunos que son acusados de brujería. Según la ley está prohibido acusar de brujería a alguien porque es poner en peligro de muerte a las personas señaladas. El brujo es considerado como una persona con muchos poderes mágicos utilizados para hacer el mal a las personas. Una persona así despierta mucho miedo en la gente que se siente indefensa frente a una persona mala y con poderes para hacer mucho mal. Es ese miedo el que hace que todo el pueblo se pueda lanzar sin piedad sobre un brujo hasta matarle para terminar con el origen de todos los males vividos hasta ahora y para poder vivir tranquilos de ahora en adelante.
Últimamente han aparecido lo que se llama los “alfa”, que son musulmanes que vienen estudiados de Arabia saudita y que se presentan con un conocimiento especial capaz de detectar y señalar los brujos de un pueblo. Cuando esto ocurre, la policía y las autoridades del pueblo se apresuran a proteger la vida del supuesto brujo y el supuesto “alfa acusador” corre el peligro de ser encarcelado. La reacción del pueblo es en la mayoría de los casos de cólera contra las autoridades que quieren dejarlos indefensos frente a los supuestos brujos. Y ya ocurrió últimamente en dos pueblos no  muy lejanos a nuestra zona que la población se lanzó a destruir e incendiar las casas de las autoridades protectoras de los brujos.
Detrás de todo esto hay como siempre la pobreza creciente de la gente y todos los sufrimientos y enfermedades que hacen buscar el origen de tantos males en poderes ocultos y maléficos.

Algún musulmán sensato habló ayer por la radio denunciando esos musulmanes alfa de corrientes más fundamentalistas que para atajar un pequeño mal de brujería ya presente desde siempre están trayendo un mal mucho mayor al sembrar la venganza popular que destruye en un momento lo poco de valor que pueda haber en un poblado. Ojala que la mayoría llegue a poner freno a estos musulmanes fanáticos que tanto mal hacen y pueden llegar a hacer. Los cristianos de estas poblaciones unas veces se dejan contagiar por esas reacciones de violencia frente a los brujos y otros sin embargo son instrumentos de paz que logran recuperar la calma al pueblo. 

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