DIOS SE FIJA EN LOS HUMILDES
Hoy es la Virgen de Covadonga y con María nos alegramos
de que Dios se fije en los humildes y se haga presente a los pobres y
sencillos. La imagen de la Virgen va llegando a las diferentes comunidades,
ayer le tocó a Pedarou, una comunidad que ha crecido mucho y que una tercera
parte tiene que seguir las celebraciones desde los bancos colocados afuera
porque ya se ha quedado pequeño el templo.
La gente agradeció con cantos y aplausos la donación de
la imagen por parte de la Delegación de Misiones de Asturias. Los más pobres lo
reciben todo como una gracia y son más agradecidos que los que teniendo de todo
parecen siempre insatisfechos. María en su pequeñez es la llena de gracia, ella
es la que nos enseña a cantar agradecidos la obra que Dios hace en nuestra
vida, en nuestra Iglesia, en nuestra historia y especialmente en los más
pequeños. Los niños se acercaban después de la misa para ver más de cerca la
imagen de la Virgen.
Terminada la celebración fui a ver a dos viejecitas, una
muy enferma aún tenía fuerza para agradecer nuestra visita y nuestra oración.
La otra, ciega pero aún con cierta salud a pesar de que las piernas ya no le
responden, cantaba y acompañaba dando palmas, expresando su agradecimiento
porque Dios venía a ella con la gracia y la fuerza de su amor. Son los
catequistas y los responsables de la comunidad los que nos avisan de los
mayores y los enfermos, para poder ir juntos a orar a sus casas. Jesús se hace
presente en la comunidad que se reúne en su nombre, pero luego nos envía para
que cada uno de una manera personal pueda descubrir en su realidad, en su casa
y en su historia, su gracia, su cercanía.
A veces queremos buscar a Dios en manifestaciones
extraordinarias y sin embargo El ya está presente en lo más ordinario y pequeño
de la vida de cada persona y de cada día. Qué bueno es no acostumbrarse a
tantas gracias recibidas, a valorarlas, a agradecerlas y a saber colaborar con
esta acción de la gracia con la misma humildad y fe de María. Es María la que
nos enseña la alegría del Evangelio, la que nos ayuda a ser una Iglesia pobre
que sea Buena Noticia para los pobres.
Buenos días Don Antonio. Quería saludarle y desearle un feliz día de la Virgen de Covadonga. Dios le bendiga.
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