LA FE DE MATEO
En el
Norte de Benín donde estamos la etnia mayoritaria son los baribá que son
agricultores, luego están los pheul que son ganaderos y los gandó. Después hay
otras etnias más pequeñas. Pero hoy quiero hablaros de los gandó. Este pueblo
tiene su origen en los niños baribás que según la tradición fueron rechazados
por sus familias a causa de que según la posición de sus primeros dientes eran
considerados como una maldición para toda la familia y para la aldea que los
guardaba. A algunos eran directamente eliminados. Esta práctica tan inhumana
está prácticamente extinguida, pero aún los cristianos avisan cuando algún niño
es rechazado y su vida corre peligro. Antiguamente los pheul acogían estos
niños rechazados por su propio pueblo baribá y los convertían en sus esclavos.
De ahí nació la etnia de los gandó que siendo de origen baribá adoptó las
costumbres y la lengua de los pheul. Hoy ya no son esclavos, pero siguen siendo
un poco despreciados tanto por los baribá como por los pheul.
Los pheul
son casi en su totalidad musulmanes e igualmente los gandó. De las dos etnias
ya comienza a haber algunos cristianos, pero son los gandó los que están más
abiertos a la fe cristiana y los que llevan la delantera. Pero los
primeros que se hacen cristianos tienen que afrontar muchas dificultades para
poder vivir su fe en un medio mayoritariamente musulmán. Este es el caso de
Mateo, él estaba ya casado cuando se hizo cristiano y a partir de ahí le
hicieron la vida imposible. Lo peor fue que la familia de la mujer se la quitó
al enterarse de que él se había hecho cristiano. Y por el momento aún no ha
encontrado otra mujer que siendo gandó sea cristiana y acepte ser su mujer. En
el pueblo comenzó a formar una pequeña comunidad cristiana contagiándoles su
entusiasmo y su fe. Pero al poco tiempo al sufrir las amenazas e intimidaciones
de los musulmanes de su entorno, la mayoría dejó la comunidad. Ahora apenas quedan
cinco personas, pero él sigue fiel sosteniendo a los pocos que quedan. En
cuanto puede acude a los encuentros que se hacen entre todas las comunidades y
es ahí donde recupera fuerzas al ver que no está sólo, que el Señor está con él
y que es miembro de una Iglesia donde es acompañado y sostenido por muchos
hermanos. Yo cada vez que le veo, tan joven y tan fuerte en la fe en Jesús,
quedo realmente admirado y doy gracias a Dios por él.